Exploit réalisé
 

Etapa Tour de Francia - Pau > Hautacam

  • Disciplina : Ciclismo > Ciclismo de carretera
  • Handicap : Amputation tibiale droite
  • Establecido por : Frank Bruno
  • Nacionalidad : Francés
  • Lugar : Pau > Hautacam

Son las cuatro de la madrugada en el reloj, salimos para el hipódromo de Pau. Jean-Paul nos deja en la entrada del parque cerrado. Con los dosales 30 a 39, VIP para un servidor, estamos entre los primeros. VIP, les recuerdo que esto significa ¡ Very Invalide People ! Vamos a ser 9500 los ciclistas, 1382 las mujeres, de 44 países. ¡ Y para todos el mismo recorrido ! Está lloviendo y la temperatura es de 13°. Nos damos las últimas consignas y ya salimos.

Vamos muy rápido y no me aparto de la derecha porque sé que, dentro de unos 40 kilómetros, muchos me van a adelantar. Me pongo a rueda dentro de un pelotón para ser aspirado y ahorrar fuerzas. Les doy rápido a los pedales. El terreno es bastante llano y en cada pueblo, en cada aldea hay un montón de espectadores. El primer repecho, unos 2,5 km con un 6% a modo de aperitivo. ¡ Hala ! Me pongo de pie sobre los pedales como un bailarín. Voy bien. Muchos corredores se me acercan para felicitarme y a todos les digo lo mismo : ¡ Nos veremos en la línea de meta ! Al bajar soy testigo de la primera caída del día : un competidor termina en la cuneta. No para de llover y me preocupa la velocidad desde la salida : una media de 30 km/h, no suelo ir tan rápido.

Llegamos a Lourdes. Es de locura : miles de peregrinos están apiñados a ambos lados de la carretera para alentarnos. ¡ Se me antoja que estoy participando en el Tour de Francia ! Primer avituallamiento, ya hemos recorrido 70 km. Me como algo a toda prisa y reemprendo la marcha. Sigue lloviendo. Otro repecho, más corto, 2 km con un 5%. ¡ Dale ! Otra vez de pie sobre los pedales y ¡ a bailar !

Bagnères de Bigorre, negra de espectadores con banderolas, banderas... ¡ esto sí que motiva ! Me siento bien. No sé dónde están los demás, por cierto van por delante.. No pienso en esto y doy a los pedales, pero procuro calmarme porque sé que quedan dos puertos de categoría especial. 100 km, ¡ qué bien ! Llego al pie del Tourmalet. Un ciclista se pone a mi lado para darme la enhorabuena y decirme que es miembro de Bout de Vie (Trozo de Vida). ¡ Me quedo pasmado ! Justo al iniciar la subida...

Me he alimentado bien hasta el momento y no siento la fatiga. La lluvia es, en cierta manera, una ventaja porque hace menos calor. En un falso llano llamo a Vero para comunicarle mi sensación del momento. Lloro de alegría. Alterno la subida bailando o sentado en el sillín con una corta desmultiplicación y siento que me voy poniendo eufórico, hasta adelanto a algunos participantes. La temperatura va bajando y un vaho sale de la boca de los escaladores. La niebla ahora nos envuelve, estamos como en el algodón, la vista no alcanza más allá de unos 30 metros. Quedan 5 km para coronar el puerto y algunos se han bajado de la bici... Intento animarles pero ¡ están que no pueden más !

La Mongie : avituallamiento. Corta parada de unos segundos para no perder el ritmo. Lluvia, viento, niebla, 9° ... Cierro bien el chubasquero. Los primeros 10 km de descenso son terribles : hay agua en la carretera y tengo las piernas cortadas por el frío ... ¡ Perdón, la pierna ! Porque la otra, hace tiempo que ya no la tengo. No se ve casi nada y la pendiente es demasiado empinada como para poder seguir pedaleando y, así, poder deshacerme del ácido láctico. Sin embargo no bajo nada mal. Poco a poco la carretera es menos sinuosa y acelero, bajo como una bala, ¡ de verdad !, y pienso que, en 20 km, no adelanté a menos de 200 participantes.

Ahí está Hautacam, ¡ va a ser el juez de paz ! Ya hemos recorrido 159 km, muy por delante del coche escoba que queda atrás, a 1 hora y media. Decido reducir un poco el esfuerzo. Ahora ya no llueve y estoy a pie de puerto. 11 km con una pendiente de un 9 hasta un 10%. Hay espectadores a ambos lados de la estrecha carretera. Es increíble : miles de espectadores forman como un corredor, el público me alienta, me felicita, me ovaciona. Otra vez unas lágrimas resbalan por mis mejillas. Sé que esta última subida va a ser durísima pero no es hora de quejarse. Vuelve a llover. Un corredor de Carqueiranne me anima con su fuerte acento del mediodía francés : " ¡ Joder, tío, mis respetos, quedo impresionado ! "

No debo pensar en la cumbre. Es una hecatombe : cada vez más participantes que están parados en el arcén intentando recuperarse de los calambres. Otros han decidido rematar la prueba andando. Estoy felicísimo de estar ahí. 178 pulsaciones por minuto. ¡¡¡ Cruzamos la línea de meta !!! El público aplaude. El locutor estará comentando algo de mí... Ya no estoy, estoy 25 años atrás. Si entonces me lo dijeran, no me lo hubiera creído. 170 km en 9h 25, con dos puertos de categoría especial...

Este año el equipo de Bout de Vie ha terminado al completo, 8 de 8 participantes.

Gracias por su apoyo.

La hazaña en imágenes