¿ Por Quentin las 24 horas ? Sí, me apunto a esta prueba movida por una buena causa, ¡ la del autismo ! En Puttelange aux Lacs, invidente, salgo a las 15h bajo un cielo amenazador, confiada en los guías que me acompañan, también mi perra Floride. Se trata de un pequeño circuito de 661 metros y una podía pensar que iba a resultar aburrido pero en absoluto : estar en un pueblo pequeño, con espectadores, voluntarios y un organizador acogedores, hace que no hay ningún problema. Una fuerte tormenta, incesantes chubascos, este sería el clima durante toda la noche.
Cada hora se turnan mis guías y para mí todo va estupendo, ellos bromean para que me olvide de los pies empapados y las repetidas lluvias. En un momento voy flojeando pero ahí está Quentin, traído en una bici eléctrica, animándome. El tiene 17 años, sin embargo no habla, sus manitas aplauden débilmente… ¡ No puedo sino seguir adelante !
Al amanecer, el cielo se vuelve más clemente y, tras alimentarme, reemprendo la marcha, animada por todo el equipo. Mis 5 guías y mis amigos me acompañan en la última vuelta, ¡ qué imagen más emocionante ! Dan los resultados : 161,280 km, estoy orgullosa, a duras penas me lo creo… ¡ no me toca más que descansar ! Pienso en los autistas y demás discapacitados, a veces dejados en el olvido.
Ya sueño con mi futuro reto : en La Reunión, el trail de los Borbones, otra dimensión, una prueba técnica de 93 km y un desnivel de 5200 metros, con barreras horarias. ¡ Esta carrera utiliza una gran parte de la Diagonal de los Locos !...